agosto 02, 2009

Llaves..

Es bien extraño andar sin llaves, es como el signo inequívoco de que no tienes un lugar a donde llegar, como andar completamente perdido, es no tener base, sin duda es una sensacion tal que no le deseo a nadie.

Hace mas o menos 24 hrs. entregue las llaves de la que por poco mas de dos años había sido mi casa, en donde vi crecer, reír, aprender, saltar, hablar, soñar, llorar, dormir y pasar de ser la bebe mas hermosa del mundo a la increíblemente bella niña que Regina es ahora (que es mi hija para los que no me conocen), de verdad que ese lugar me tiene las mejores memorias problablemente de mi vida entera (seguro que faltan muchas), y al hacer entrega de las llaves y verla vacía y recordar y escuchar el eco de mis pasos sentí unas ganas de llorar por la nostalgia, por todo lo que se esta quedando atrás, mi vida como hasta ahora la conocía, este es momento de un gran rompimiento.

Ayer cuando dormîa en casa de un buen camarada y me di cuenta de que no le pude dar el besito de las buenas noches a mi hija, creo que hasta ese exacto momento fue que todo tomo el peso y la magnitud real de lo que esta pasando.

Pronto nos veremos amigos, hermanos.. mis llaves...los quiero.

PD. La meritita verdad yo tampoco pensé jamas hacer referencia a una canción de la Daleresio en alguno de mis post, pero pues en esta bitácora hasta lo inimaginable puede pasar...

4 comentarios:

  1. Los cambios siempre son difíciles mijo, pero cada final es también un principio. Nada te evitará el dolor, la tristeza, las pérdidas, y aunque suene a frase hecha, te aseguro, que el aprendizaje y la fortaleza que te quedará, te harán mucho mejor persona, y te encaminarán a un lujar mejor. Te esperamos, te espero con todo el amor, la solidaridad y lo que haga falta. Pa'lante mijito, pa'lante. Aquí, por lo pronto, te espera un juego completo de llaves.

    ResponderEliminar
  2. En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre.

    En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...

    Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.

    Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero:

    cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.

    Eduardo Galeano

    El Libro de los Abrazos.

    Y carnal porque el tiempo te hizo carne de mi carne, porque el eco de tus pasos se escuchó aquí, cerquita cerquita...

    ResponderEliminar
  3. que bueno que ya vienes hermano,
    con nosotros siempre te sobraran llaves y hasta uno que otro cerrajero...

    ResponderEliminar
  4. Ese anecdota de Galeano es uno de mis favoritos.. tambien en parte por eso la referencia a las llaves.. ustedes siempre han sido y seran mis eternas llaves.. ya nos vemos pronto hermanos..

    ResponderEliminar