octubre 19, 2009

A darle, que es mole de olla

Estos últimos días han sido muy fríos y grises. Y pa’ acabarla de joder, también han sido tristes. Pero en el fondo sé que esto es algo que tenía que enfrentar, que ya no podía aplazar, aún cuando no fui yo quien decidió el momento.

Afortunadamente para mí, ante esta semana tan mierdera, llena de ajustes, definiciones y sueños rotos, estuve con mucha gente que quiero; de lo contrario estaría siendo mucho más complicado el salir adelante. Rodo, Anaís, Hugo, Víctor, Chuy, Lalo, Elias, Maye, Mai, Potro, Piola, Muha, mi mamá, mi papá, mi abue, Brenda, Mau… el pasar un tiempo con ellos (ustedes) me ha servido muchísimo para no caerme, para no sentir que valgo poco. En fin, es tiempo de enfrentar a fondo mis nuevas circunstancias, de abrazar por un momento a la soledad para poder después ser capaz de disfrutar de la compañía y el amor.

Y así las cosas. Todo es pasajero, todo es superable. Sólo necesito trabajar en mí, en conocerme y revertir un sentimiento que se había metido en todo mi ser y que hoy es obsoleto. Pero pronto se irán las nubes, se quitará el frío y saldrá el sol. Ya me cansé de sentirme así; espero con muchísimas ansías ese día…

1 comentario:

  1. A chingarle carnal...no queda de otra, tenemos que ganarle a ese sentimiento que a veces no deja ni salir de la cama y lo peor, es que no me refiero a la pereza.

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