noviembre 24, 2009

La tercera Ley de Newton

Eso de madurar no siempre es chido, cuesta trabajo, por lo menos a mi. Y es que no es algo que hagas bien una vez y ya la hiciste, sino que es una constante que va en cada decisión que tomas. A veces, muchas veces, uno la caga y cuesta reponerse. Pero se aprende en serio de los errores. Y cuando las cosas salen bien, te sientes increíble y crees que el mundo te queda chico.

"Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas
de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas."

La lección más importante y dura es considerar y asumir las consecuencias de todas nuestras decisiones. El asunto más difícil es que algunas de ellas no tienen marcha atrás... Pero bueno, estos últimos meses han sido tan intensos que ya me urge un descansito.

Ahora sé que nada es demasiado fácil y simple. La vida, para bien y para mal, siempre traza caminos diferentes a los que uno se imagina, por lo que el ver las cosas sin complicaciones es definitivamente la mejor opción.

También reconozco lo complicada que es la soledad y lo mucho que se extraña a la familia. Antes me quejaba del ruido eterno en casa, y ahora no me gusta estar solo todo el día y comer sin compañía casi diario. Aunque eso me ha ayudado a dedicarle tiempo a saber quien soy, qué quiero y qué necesito hacer para lograrlo.
Que eso de tener hambre y uno tener que hacerse de comer es toda una experiencia. Pero ya aprendí a hacer unos changüiches en mi hornito que son la onda, con queso, jamón, jitomate, lechuga y una mostaza chingona. A hacerme sopa, arroz, pechugas, pero hasta ahí llegan mis talentos culinarios.

Que no hay nada mejor que correr, y que a pesar de que El Sope es agradable, no hay lugar como el Bosque de Tlalpan, y una vez que termine el veto, iré una vez a la semana. Y mil detalles más que hacen cada día inolvidable. Sobretodo, he aprendido que la vida es maravillosa; bien vale la pena cada instante... Cuando uno se rinde, el cuerpo y la mente actúan en consecuencia y se nota inmediatamente. Por eso lo último que podemos perder es la esperanza de alcanzar nuestros sueños, de cambiar el mundo, de ser mejores y saber reconocer y luchar por el amor.

1 comentario:

  1. "Esto de jugar a la vida es algo que a veces duele..." cantara Amparo Ochoca en alguno de sus discos. En algún momento esta frase me llegaba hasta lo hondo porque me daba cuenta que la vida era más compleja de lo que parece, como igual dice Drexler y algo que yo, en mi mundo rosado de antes me negaba a ver. Es por eso que te comprendo pero también brindo contigo porque esos dolores y ambiguedades lo hacen a uno, a final de la jornada y los días de mierda saber que la vida, aunque duela y sea compleja también tiene sus divinidades y sólo por eso vale la pena vivirla.

    Bienvenido al mundo de los que vivimos solos y nos cocinamos sanguiches diario, extrañamos a la familia pero a final del día, recostados en la cama gozamos lo que esta experiencia significa.

    ¡Se le quiere mi Toño!

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